Un texto inastillable para un escultor
La bellas artes del Nicolás y las malas artes del Demonio
La vida es un artesanía dificil.
El artista tiene las herramientes,
tiene el cincel como compañero,
para trabajar la piedra.
La vida cavernosa
para cada quien hay unos soplamocos
la pared rocosa en la CALA SANTANDRIA
Veo la piedra animada,
las criaturas, unas toxicómanas.
Veo la solidez terrenal
en las espiras lindas, los lazos,
los nudos en la piedra caliza.
El escultor Nicolás no es un aspado
en esta vida estrecha:
vive en su cueva bastante hueca
- aunque oscura con boca de lobo:
es buono para las bellas artes,
cuando »el charol empeza por agrietarse«
Siempre està enfrente la caliza torsa.
Me encuentro la cueva por excelencia
Veo la solidez terrenal en las espiras lindas,
la piedra caliza animada.
Un calor sofocante. Hiede azufre.
Nuestro artista en el Ardor tiene un yelmo invisible.
Nicolas es el confidado de los espectros,
um comedor metafisico.
De repente hay un rayo de luz
eclipsando el alcance del inferno.
Las criaturas embrujadas llegan.
la obsesión domina.
El perro de lobo està endemoniado:
alvidando su domesticaciòn.
La cuave hechizada aloja ahora
el arte de birlibirloque.
Llega la brigada volante del ángel caído.
Veo el amigo hóseo, sin sudor,
los huesos amarillos y sulfurosos.
Su servidumbre sorbe
el brebaje infernal.
Para seducir tienes que enredar la araña
que sabe adivinar el misterio
del mundo sobrenatural:
El artista tocque de la campanilla blanca
La boca ambigua, el pasaje,
el enlace giantesco entre dos Mundos:
con las franjas de cañamo
a cordal, a plomo:
es un cuenco - tanto del ante infierno
como del espacio celeste
Ahora mi poema tiene que estallar:
Veo estrallas. Veo figuras insólitas.
Contornos desconocidos.
Nicolás tiene el cincel como compañero.
He llegado a comprender
un poco el arte multiforme
del escultor Nicolás
(7.6.1975 Wilhelm Fink)
La bellas artes del Nicolás y las malas artes del Demonio
La vida es un artesanía dificil.
El artista tiene las herramientes,
tiene el cincel como compañero,
para trabajar la piedra.
La vida cavernosa
para cada quien hay unos soplamocos
la pared rocosa en la CALA SANTANDRIA
Veo la piedra animada,
las criaturas, unas toxicómanas.
Veo la solidez terrenal
en las espiras lindas, los lazos,
los nudos en la piedra caliza.
El escultor Nicolás no es un aspado
en esta vida estrecha:
vive en su cueva bastante hueca
- aunque oscura con boca de lobo:
es buono para las bellas artes,
cuando »el charol empeza por agrietarse«
Siempre està enfrente la caliza torsa.
Me encuentro la cueva por excelencia
Veo la solidez terrenal en las espiras lindas,
la piedra caliza animada.
Un calor sofocante. Hiede azufre.
Nuestro artista en el Ardor tiene un yelmo invisible.
Nicolas es el confidado de los espectros,
um comedor metafisico.
De repente hay un rayo de luz
eclipsando el alcance del inferno.
Las criaturas embrujadas llegan.
la obsesión domina.
El perro de lobo està endemoniado:
alvidando su domesticaciòn.
La cuave hechizada aloja ahora
el arte de birlibirloque.
Llega la brigada volante del ángel caído.
Veo el amigo hóseo, sin sudor,
los huesos amarillos y sulfurosos.
Su servidumbre sorbe
el brebaje infernal.
Para seducir tienes que enredar la araña
que sabe adivinar el misterio
del mundo sobrenatural:
El artista tocque de la campanilla blanca
La boca ambigua, el pasaje,
el enlace giantesco entre dos Mundos:
con las franjas de cañamo
a cordal, a plomo:
es un cuenco - tanto del ante infierno
como del espacio celeste
Ahora mi poema tiene que estallar:
Veo estrallas. Veo figuras insólitas.
Contornos desconocidos.
Nicolás tiene el cincel como compañero.
He llegado a comprender
un poco el arte multiforme
del escultor Nicolás
(7.6.1975 Wilhelm Fink)